lunes, 29 de diciembre de 2014

BIBLIOGRAFÍA

http://www.asha.org/public/speech/disorders/La-Disartria/
https://www.youtube.com/watch?v=DGSrGh1THY4
http://utelostrastornosdelhabla.blogspot.com/2013/01/transtornos-de-la-voz-y-la-resonancia.html
Bermeosolo, J. (2010). Psicopedagogía de la diversidad en el aula. México: Alfaomega Grupo Editor S. A. de C. V.
Alonso, G. (1999). Trastorno específico del lenguaje : Retraso de lenguaje y disfasia. Archidona (Málaga: Aljibe.

MUTISMO SELECTIVO

El mutismo selectivo es un problema de inhibición del habla que suele tener su inicio en la etapa preescolar. El trastorno se caracteriza porque el sujeto, pese a tener la capacidad del habla conservada, inhibe selectivamente la respuesta verbal delante de determinadas situaciones sociales o lo restringe a ciertas personas “de confianza” de su entorno familiar (normalmente padres y hermanos).
En algunas ocasiones, el mutismo puede iniciarse progresivamente como consecuencia de una timidez extrema o también a partir de alguna situación estresante (hospitalización, cambio de residencia, ciudad, etc.). Sea como fuere, el mutismo selectivo puede resultar altamente incapacitante tanto en el terreno educativo como en el social para los niños que lo padecen y siempre representa un problema a tratar.
Características del trastorno
Tal como se ha explicado e independientemente de la forma que adopte el mutismo selectivo, los niños que la padecen suelen haber manifestado con anterioridad algún tipo de ansiedad ante situaciones sociales. Con frecuencia su historia incluye un periodo de desarrollo del lenguaje normal y apropiado en el hogar pero con restricciones cuando están en la presencia de personas desconocidas o con las que se encuentran en pocas ocasiones.
Muchos de estos niños han mostrado, en algún momento de su desarrollo, formas leves o moderadas de ansiedad de separación. También timidez excesiva, aislamiento y retraimiento social, negativismo, tartamudeo, enuresis y conducta oposicionista o manipuladora en el hogar.
Hay que destacar que, en algunos casos, el inicio del problema se da a edades tempranas como consecuencia de los factores antes señalados de timidez o ansiedad. No obstante, el problema puede prolongarse más allá de la edad de inicio debido, también, a factores familiares como un exceso de protección y la acomodación a sistemas alternativos no verbales que se consolidan.
Igualmente. una excesiva atención a estos comportamientos silenciosos por parte de los padres o algunos familiares pueden reforzar en el niño dichas conductas al obtener una atención “extra”. Esto puede ser especialmente cierto cuando además se da circunstancias especiales de tipo afectivo como puede ser la presencia de un hermano más pequeño (celos y necesidad de tener más protagonismo).
Mutismo selectivo UTE 2014




DISFASIA

La disfasia es un trastorno que se produce por una supuesta lesión en el cerebro y que genera dificultades en el lenguaje. Por eso también se conoce a esta condición como trastorno específico del lenguaje (cuya sigla es TEL) o también como trastorno específico del desarrollo del lenguaje (en este caso, la sigla es TEDL).

La disfasia se puede ir superando poco a poco si se utilizan las estrategias y los métodos de intervención adecuados.
Conviene saber que cada niño es diferente y que el ritmo de aprendizaje de cada uno es distinto. Por ello es importante tener en cuenta la etapa evolutiva en la que se encuentra el niño/a y no marcarse objetivos para los que no están preparados.
A la hora de establecer unas metas y estrategias de intervención, es muy importante tener en cuenta la madurez neurológica y psicológica del niño.
En todo caso, conviene contar con la colaboración escolar y familiar. Es fundamental que los padres estén bien informados de lo que le ocurre a su hijo/a y hacerles partícipes del tratamiento.
En cuanto a las estrategias de intervención, conviene aclarar que son diferentes y todo depende de cada caso pero las más generales podemos decir que son las siguientes:
- Ejercicios de discriminación auditiva: se le enseña a distinguir sonidos distintos que son familiares para el niño. Esto se suele hacer a través de grabaciones y se le pide al niño que intente adivinar de que sonido se trata. Por ejemplo: sonidos de estímulos que están en el ambiente del niño (el viento, tormenta, los pájaros, las campanas, etc.), sonidos de instrumentos musicales, sonidos de animales, etc.
- Trabajar la memoria auditiva: Es frecuente que el niño aprenda palabras y que las olvide o distorsione después. Por ello es importante que el entrenamiento vaya dirigido al análisis y síntesis de la palabra. Es muy útil marcar el ritmo con golpes o palmadas al mismo tiempo que se está diciendo la palabra.
- Ejercicios para aumentar vocabulario: se suele empezar por conceptos y palabras que son conocidas para el niño y progresivamente aumentar el nivel de dificultad. Cuando el niño ya posea un número suficiente de palabras, pasamos a clasificarlas e incluirlas en categorías. De esta forma le damos funcionalidad al vocabulario que va aprendiendo.
- Ejercicios y praxias buco-faciales: El objetivo es conseguir una correcta pronunciación de los fonemas. Estos ejercicios consisten en ejercitar y trabajar todos los órganos que intervienen en la articulación de los fonemas (la boca, lengua, labios, respiración, etc.). Se les pide que hagan ejercicios del tipo abrir in cerrar boca, ejercicios de soplo, movimientos de la lengua, etc.
- Actividades para organizar el campo semántico: A través de imágenes o dibujos se juega a relacionar unos conceptos con otros por ejemplo una flor se puede relacionar con un jardín.
- Otras actividades: Ejercicios para aumentar la comprensión verbal, ejercicios morfosintácticos, actividades para aprender la organización y estructuración de frases, etc.
Son muchas las estrategias que se utilizan, todo va a depender del niño/a y del nivel madurativo. Pero conviene aclarar que deben ser aplicadas por profesionales y especialistas en el tema y, sobre todo, contar con la colaboración de la familia y el colegio en todo el proceso de intervención.


DISARTRIA

¿Qué es la disartria?
La disartria es un trastorno de la programación motora del habla. Los músculos de la boca, la cara y el sistema respiratorio se pueden debilitar, moverse con lentitud o no moverse en absoluto después de un derrame cerebral u otra lesión cerebral. El tipo y la gravedad de la disartria dependerán de qué parte del sistema nervioso se vea afectada.
¿Cuáles son algunos de los síntomas o características observables de la disartria?
La persona con disartria puede exhibir cualquiera de los siguientes síntomas, dependiendo de la magnitud y ubicación de la lesión al sistema nervioso:

·         Hablar muy bajito o ser apenas capaz de susurrar
·         Hablar con lentitud
·         Hablar con rapidez y "entre dientes"
·         Movilidad limitada de la lengua, los labios y la mandíbula
·         Entonación (ritmo) anormal al hablar
·         Cambios en el timbre la voz (voz "nasal" o sonar "tupido")
·         Ronquera
·         Voz entrecortada
·         Babeo o escaso control de la saliva
·         Dificultad al masticar y tragar.
¿Qué se puede hacer para obtener mejor comunicación con la persona que tiene disartria?
Es importante que tanto la persona que tiene disartria como sus interlocutores colaboren para poder mejorar la interacción. He aquí algunos consejos de utilidad tanto para el hablante como para el oyente.
·         Consejos para la persona con disartria
·         Presentar el tema del que quiera hablar con una sola palabra o frase corta antes de comenzar a hablar en oraciones más completas
·         Verificar que los oyentes entiendan lo que dice
·         Hablar alto y despacio; hacer frecuentes pausas
·         Tratar de limitar la conversación cuando se sienta cansado, ya que será más difícil entender lo que dice
Si se siente frustrado, tratar de usar otros métodos, como apuntar o hacer gestos, para comunicar el mensaje; o tomarse un descanso y probar de nuevo más tarde
·         Consejos para el oyente
·         Reducir las distracciones y el ruido de fondo
·         Prestar atención al hablante
·         Mirar a la persona cuando hable
·         Indicarle al hablante cuando tenga dificultad en entenderle
Si aún así no entiende el mensaje, hacer preguntas a las que el hablante pueda responder sólo sí o no, o pedir al hablante que escriba el mensaje que trata de comunicarle.

DISGLOSIAS


DISLALIAS

Las dislalias son alteraciones en la articulación de algún o algunos fonemas bien por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos del habla o por la sustitución de estos por otros, de forma improcedente, en personas que no muestran patologías del sistema nervioso central, ni en los órganos fonos articulatorios a nivel anatómico.
Estas alteraciones perduran más allá de los cuatro años, hasta entonces aparecen muy frecuentemente. Son las más frecuentes y conocidas de todas las alteraciones del lenguaje.

¿QUIÉNES SON LOS NIÑOS Y NIÑAS CON DISLALIAS?

Los niños y niñas que presentan dislalias en su habla presentan:
Una presencia de errores en la articulación de sonidos del habla (Sustitución, distorsión, omisión o adición) al principio, en medio o al final de las palabras, tanto en su lenguaje coloquial como en repetición de esos sonidos cuando se le da un modelo de palabra que los contenga. Suele tener más de cuatro años.
No existe evidencia, ni diagnóstico de hipoacusia, trastornos neurológicos, deficiencia mental, ni cambio idiomático.

CLASIFICACIÓN DE LAS DISLALIAS
Existen muchas clasificaciones de las dislalias, nosotros hemos seguido la etiológica de PASCUAL (1988).

Dislalia evolutiva o fisiológica: Para articular correctamente los fonemas de un idioma se precisa una madurez cerebral y del aparato fono articulador. Hay una fase en el desarrollo del lenguaje en la que el niño/a no articula o distorsiona algunos fonemas; a estos errores se les llama dislalias evolutivas. Normalmente desaparecen con el tiempo y nunca deben ser intervenidas antes de los cuatro años, sobre todo /r/ y sinfones.
Suelen producir cierta angustia en algunos padres que creen ver en ellas un síntoma de retraso y se les debe aconsejar que hablen claro a su hijo/a, abandonando los patrones de persistencia del lenguaje infantil. La mejor intervención es convencer a la familia para que dejen esos malos hábitos.

Dislalia audiógena: Su causa está en una deficiencia auditiva. El niño o la niña que no oye bien no articulan correctamente, confundirá fonemas que ofrezcan alguna semejanza al no poseer una correcta discriminación auditiva. A este tipo de alteraciones se les denomina dislalias audiógena. El deficiente auditivo presentará otras alteraciones del lenguaje, fundamentalmente de voz y el estudio de su audiometría nos dará la pauta sobre la posible adaptación de prótesis. La intervención irá encaminada básicamente a aumentar su discriminación auditiva, mejorar su voz o corregir los fonemas alterados e implantar los inexistentes.

Dislalia orgánica: Las alteraciones de la articulación cuya causa es de tipo orgánico se llaman dislalias orgánicas.
Si se encuentran afectados los centros neuronales cerebrales (SNC) reciben el nombre de disartrias y forman parte de las alteraciones del lenguaje de los deficientes motóricos.
Si nos referimos a anomalías o malformaciones de los órganos del habla: labios, lengua, paladar, etc. se les llama disglosias.

Dislalia funcional: Es la alteración de la articulación producida por un mal funcionamiento de los órganos articulatorios. El niño/a con dislalia funcional no usa correctamente dichos órganos a la hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico. Es la más frecuente y sus factores etiológicos pueden ser:
Falta de control en la psicomotricidad fina. La articulación del lenguaje requiere una gran habilidad motora. Prueba de ello es que aquellos fonemas que precisan un mayor control de los órganos articulatorios, especialmente de la lengua, son los últimos que aparecen ( /l/, /r/ /r/ y sinfones).
Déficit en la discriminación auditiva. El niño/a no decodifica correctamente los elementos fonémicos de su idioma y no percibe diferenciaciones fonológicas del tipo sordo/sonoro, dental/velar, oclusivo/fricativo, etc., produciendo errores en la imitación oral. Errores perceptivos e imposibilidad de imitación de movimientos.
Estimulación lingüística deficitaria. Ello explica la frecuencia de dislalias en niños/as de ambientes socioculturales de privados, abandonados, en situaciones de bilingüismo, etc.

De tipo psicológico: sobreprotección, traumas, etc., que hacen persistir modelos articulatorios infantiles.
Deficiencia intelectual. Las dislalias son un problema añadido a los del lenguaje del niño o la niña deficiente. Su corrección hay que plantearla a más largo plazo, es más lenta y estará condicionada por su capacidad de discriminación auditiva y su habilidad motora.
Cuando nos referimos a la dislalia habitualmente se refiere a la dislalia funcional y los tipos de errores más habituales son: sustitución, distorsión, omisión o adición.