Las dislalias son alteraciones
en la articulación de algún o algunos fonemas bien por ausencia o alteración de
algunos sonidos concretos del habla o por la sustitución de estos por otros, de
forma improcedente, en personas que no muestran patologías del sistema nervioso
central, ni en los órganos fonos articulatorios a nivel anatómico.
Estas alteraciones perduran
más allá de los cuatro años, hasta entonces aparecen muy frecuentemente. Son
las más frecuentes y conocidas de todas las alteraciones del lenguaje.
¿QUIÉNES SON LOS NIÑOS Y NIÑAS
CON DISLALIAS?
Los niños y niñas que presentan
dislalias en su habla presentan:
Una presencia de errores en la
articulación de sonidos del habla (Sustitución, distorsión, omisión o adición)
al principio, en medio o al final de las palabras, tanto en su lenguaje
coloquial como en repetición de esos sonidos cuando se le da un modelo de
palabra que los contenga. Suele tener más de cuatro años.
No existe evidencia, ni diagnóstico de
hipoacusia, trastornos neurológicos, deficiencia mental, ni cambio idiomático.
CLASIFICACIÓN DE LAS DISLALIAS
Existen muchas clasificaciones
de las dislalias, nosotros hemos seguido la etiológica de PASCUAL (1988).
Dislalia evolutiva o fisiológica: Para
articular correctamente los fonemas de un idioma se precisa una madurez
cerebral y del aparato fono articulador. Hay una fase en el desarrollo del
lenguaje en la que el niño/a no articula o distorsiona algunos fonemas; a estos
errores se les llama dislalias evolutivas. Normalmente desaparecen con el
tiempo y nunca deben ser intervenidas antes de los cuatro años, sobre todo /r/
y sinfones.
Suelen producir cierta
angustia en algunos padres que creen ver en ellas un síntoma de retraso y se
les debe aconsejar que hablen claro a su hijo/a, abandonando los patrones de
persistencia del lenguaje infantil. La mejor intervención es convencer a la
familia para que dejen esos malos hábitos.
Dislalia audiógena: Su causa está en una deficiencia auditiva. El niño
o la niña que no oye bien no articulan correctamente, confundirá fonemas que
ofrezcan alguna semejanza al no poseer una correcta discriminación auditiva. A
este tipo de alteraciones se les denomina dislalias audiógena. El deficiente
auditivo presentará otras alteraciones del lenguaje, fundamentalmente de voz y
el estudio de su audiometría nos dará la pauta sobre la posible adaptación de
prótesis. La intervención irá encaminada básicamente a aumentar su
discriminación auditiva, mejorar su voz o corregir los fonemas alterados e
implantar los inexistentes.
Dislalia orgánica: Las alteraciones de la articulación cuya causa es
de tipo orgánico se llaman dislalias orgánicas.
Si se encuentran afectados los
centros neuronales cerebrales (SNC) reciben el nombre de disartrias y forman
parte de las alteraciones del lenguaje de los deficientes motóricos.
Si nos referimos a anomalías o
malformaciones de los órganos del habla: labios, lengua, paladar, etc. se les
llama disglosias.
Dislalia funcional: Es la alteración de la articulación producida por
un mal funcionamiento de los órganos articulatorios. El niño/a con dislalia
funcional no usa correctamente dichos órganos a la hora de articular un fonema
a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico. Es la más frecuente y sus
factores etiológicos pueden ser:
Falta de control en la
psicomotricidad fina. La articulación del lenguaje requiere una gran habilidad
motora. Prueba de ello es que aquellos fonemas que precisan un mayor control de
los órganos articulatorios, especialmente de la lengua, son los últimos que
aparecen ( /l/, /r/ /r/ y sinfones).
Déficit en la discriminación
auditiva. El niño/a no decodifica correctamente los elementos fonémicos de su
idioma y no percibe diferenciaciones fonológicas del tipo sordo/sonoro,
dental/velar, oclusivo/fricativo, etc., produciendo errores en la imitación oral. Errores perceptivos e imposibilidad de
imitación de movimientos.
Estimulación lingüística deficitaria. Ello
explica la frecuencia de dislalias en niños/as de ambientes socioculturales de privados,
abandonados, en situaciones de bilingüismo, etc.
De tipo psicológico: sobreprotección, traumas, etc., que hacen
persistir modelos articulatorios infantiles.
Deficiencia intelectual. Las
dislalias son un problema añadido a los del lenguaje del niño o la niña
deficiente. Su corrección hay que plantearla a más largo plazo, es más lenta y
estará condicionada por su capacidad de discriminación auditiva y su habilidad
motora.
Cuando nos referimos a la
dislalia habitualmente se refiere a la dislalia funcional y los tipos de
errores más habituales son: sustitución, distorsión, omisión o adición.
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